This quilt is inspired by the Legend
of Chechen and Chaca.
Two brave Mayan warriors, brothers named
Kinich and Tizic, tragically fell in love with the same woman, the beautiful
princess Nicte-Ha. Kinich, the younger
brother, was kind and merciful while Tizic’s heart was filled with hate and anger. The brothers fought over Nicte-Ha until both were
mortally wounded, dying in each other’s arms.
The Mayan tribe was in sorrow for a long time.
In the afterlife, the warriors
realized they would never to see their beautiful princess again and begged the
gods for forgiveness, to return them to the world of living so they could see
their beloved.
The gods granted the warriors’ wish
in a fashion: they were brought back as trees. Tizic became the Chechen tree
whose black sap is poison that burns the skin of anyone who touches it. Kinich
was brought back as the Chaca tree whose sweet nectar neutralizes the poison of
the Chechen tree.
Nicte-Ha died of sadness when she learned
of the death of the two brothers. The
gods took pity on her and brought her back to the living world as the white Nicte-Ha
flowers that grow on water.
Today, when you walk through the
Mayan jungle, you can find the Chechen and Chaca trees always growing together;
and always close to them, floating on water, the beautiful Nicte-Ha flowers.
Los cimientos de
la cultura Maya son sus leyendas –relatos magicos en los que se basa su
creacion, arte, deidades y creencias.
Este quilt
esta inspirando en la leyenda del Chechen y Chaca:Dos hermanos,
valientes guerreros, Kinich y Tizic, se enamoraron de la misma mujer: la
hermosa princesa Nicte-Ha. Kinich era
amable, bueno y respetado, mientras que Tizic era temido y feroz. La calidez
del alma de la princesa cautivo a Kinich y conmovio el corazon de Tizic pero ambos
pelearon por ella hasta la muerte. El pueblo Maya se vistio de luto por la tragica
perdida de los guerreros.
En
el otro mundo, Kinich y Tizic se arrepintieron de sus actos al darse cuenta de
que habian perdido para siempre a su amada doncella y rogaron a los dioses el
poder verla una vez mas. A
su manera, los dioses lo concedieron. Tizic fue convertido en un árbol de
Chechén, su malvada alma aun ocasionando problemas, pues la savia negra
del Chechén quema la piel de todo aquel que lo toca. Para enmendar el daño
ocasionado por su hermano, Kinich fue transformado en Chacá, un árbol cuya
savia cura y reconforta las heridas del Chechén.
La
princesa Nicté-Ha murio de tristeza al enterarse de la muerte de los dos hermanos. Los dioses fueron
bondadosos con ella y la convirtieron en una hermosa flor blanca que crece en
el agua.
Al
dia de hoy, al caminar por la selva Maya, siempre encontraras los arboles de
Chechen y Chaca creciendo juntos y no muy lejos, flotando en agua, hermosas
flores Nicte-Ha.
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